Khana Sabailai

Proyecto Comedor Social

Antecedentes

Tras el impacto que ha generado la Covid-19 provocando la ralentización e incluso el parón total de la economía de muchos países, la situación global ha cambiado y no sabemos por cuánto tiempo, ni si quiera si algún día volverá a ser igual.

Cada año la población mundial aumenta significativamente y los recursos son cada vez más caros y limitados, lo que cuestiona el modelo actual de sostenibilidad entre crecimiento y economía. Sin embargo, el verdadero problema es que todavía hay miles de millones de personas que viven en situaciones paupérrimas sin acceso a las necesidades más básicas, tales como agua potable, una alimentación nutritiva e incontables dificultades para vivir una vida digna no teniendo acceso a sanidad, educación o vivienda.

En nuestra misión como agentes de acción social, tratamos de colaborar con aquellos sectores de la población que están pasando por una situación de verdadera dificultad. Durante el confinamiento de casi seis meses en uno de los países más pobres y menos desarrollados del mundo, una parte muy amplia de la población de Nepal está sufriendo muchas calamidades por no poder tener acceso a una alimentación correcta y suficiente.

De ahí surgió la idea de elaborar un proyecto para crear un COMEDOR SOCIAL sin ánimo de lucro en Kathmandu, una ciudad sobrepoblada, sin recursos y con miles de pobres que han perdido sus precarios empleos y con ello la única manera de sobrevivir.

La situación actual a finales de 2020

Cuando nos referimos a personas o familias pobres, no son precisamente indigentes solitarios que aguardan a la puerta de un supermercado o una iglesia, esperando una limosna de unas pocas monedas para ir a comprar algo de comer. El término pobreza en el tercer mundo es generalizado y crónico, una sociedad empobrecida por muchos factores como la igualdad, la corrupción, la falta de oportunidades, de desarrollo, etc.

Los pobres no son vagos, son personas que trabajan duro jornadas interminables por un mísero salario que les permite subsistir en condiciones amargas día a día. Con él, compran algo de comida para sobrevivir, pagan alquileres en lugares insalubres y poco más. No consiguen ahorrar porque siempre viven al día, no pueden pagar una educación digna para sus hijos, perpetuando así la cadena de pobreza y no pueden permitirse acudir al médico o tratar enfermedades menores que, sin asistencia se pueden agravar y causar dolor y sufrimiento.

Lo preocupante, como decimos, es que esto no es la excepción sino el grueso general de una sociedad, privada del derecho a una vida digna. Un castigo impuesto totalmente al azar en función del lugar o familia de nacimiento.

Inspiración

Desde Hugging Nepal, entre abril y noviembre de 2020, repartimos más de 40.000 platos calientes de comida por las calles de Kathmandu y distribuimos más de 20 toneladas de alimentos a familias que, debido a las circunstancias, están muy necesitadas. Sin embargo, por mucho que hagas, nunca es suficiente.

No creemos en el asistencialismo a menos que sea en situaciones extremas de necesidad, pero no podíamos hacer otra cosa que ofrecer el bien más básico, ALIMENTOS a las miles de familias que están pasando hambre.

El objetivo es facilitar el acceso a una alimentación sana, nutritiva y equilibrada a precios asequibles para un sector de la población con dificultades económicas. Al ser un proyecto sin ánimo de lucro, podemos ajustar los precios para hacerlos más competentes para quien más lo necesita.

Además, financiaremos con nuestros recursos y donaciones de colaboradores, todos los gastos del personal laboral, alquiler del local, gas, electricidad, agua y parte del coste de la comida para hacerla todavía más económica y accesible para todo el mundo.

La ubicación

La ubicación escogida para nuestro restaurante social es en el centro de Kathmandu, en uno de los barrios obreros más populares en las cercanías del mercado central de abastos de Kalimati, donde miles de jornaleros acuden todos los días a buscar un trabajo de subsistencia que les permita llegar al día siguiente.

Kathmandu es una ciudad superpoblada en la que la mayoría de la gente vive al día con muy pocos recursos bajo una economía de subsistencia. Todas estas familias que ya tenían ciertas dificultades para sobrevivir, han caído en la pobreza. Las clases medias se han deteriorado y se han convertido en clases bajas, y los que eran de clase baja directamente han quedado en la miseria.

Mucha de la población de los barrios del centro de la ciudad vive en condiciones insalubres en viviendas enanas sin acceso a luz eléctrica y agua corriente, atrapados por la pobreza y no pudiendo alimentarse apropiadamente por la falta de recursos, con alto riesgo de malnutrición, hambruna y otras enfermedades derivadas. Entre ellos se encuentran familias enteras con niños y adolescentes, ancianos, mujeres embarazadas, y enfermos que necesitan una alimentación apropiada que combine proteínas, carbohidratos y comida fresca que aporte los niveles suficientes de micronutrientes como vitaminas, minerales.

Descripción del proyecto

El proyecto consiste en un comedor social, sin ánimo de lucro, que ofrece dos turnos de comida diaria (comida y cena) para todas aquellas personas y familias que tienen dificultades para alimentarse, debido a situaciones personales, laborales, económicas o sociales, agravadas por la crisis económica generada por la pandemia Covid-19. Se repartirá a los beneficiarios del proyecto un cupón, con duración de un mes (renovable), que les dará acceso al comedor.  Se establece un precio simbólico para poner un valor al servicio.

Además, la cantidad a contribuir se ha estipulado de tal manera que lo hace accesible para la gran mayoría de las personas en situación de necesidad. Aun así, se plantea hacer el seguimiento y la excepción a determinados casos aislados que no puedan siquiera hacer frente a esta pequeña cantidad económica.

El comedor social estará abierto para el público general que, a pesar de no tener cupón, quiera venir a comer un plato de comida nutritiva y saludable a un precio de mercado muy asequible y ajustado (precio local de mercado) y contribuir así con el proyecto. Todos los beneficios que se obtengan de estas raciones irán destinados a sufragar una pequeña parte de las raciones de los beneficiarios del cupón.

Objetivos

1. Abrir un comedor social y cocinar 300 raciones diarias de comida nutritiva y de calidad. Pretendemos atraer a todas esas personas y familias que no disponen de recursos suficientes, y como consecuencia de ello se alimentan precaria e insuficientemente.

2. Aportar nuestro granito de arena en la lucha contra el hambre, la malnutrición y las desigualdades, proporcionando alimento completo a precio simbólico.

3. Aliviar la economía de las familias. Contribuir a que estas personas no solo se puedan alimentar correctamente, sino que además gasten menos, pudiendo destinar lo que se ahorren a otras necesidades básicas que puedan tener.

4. Generar puestos de trabajo directos en el propio comedor social, estimulando el empleo para personas que se encuentran en situación de necesidad. Por ello hemos formado a un equipo de 9 trabajadores (cocineros, camareros, personal de limpieza) con unas condiciones laborales dignas.

5. Seguir ampliando nuestro campo de actuación a través del seguimiento socio económico de otros potenciales beneficiarios, atendiendo sus necesidades alimentarias y ampliándolo en caso de identificación de otras necesidades.

Problemática que pretende atender

Los motivos que nos han movido a apostar por este proyecto social que ofrece el derecho básico de las personas a una alimentación nutritiva y saludable confluyen con la situación de crisis generalizada está afectando a casi toda la población, pero en especial a los estratos más vulnerables de esta, es decir las clases media, baja y la gente que ya vivía bajo el umbral de la pobreza.

El proyecto del comedor social de Hugging Nepal nació de la dificultad que tantísimas personas sufren al no tener unos ingresos justos ni estables, el precario sistema laboral de Nepal, el elevado coste del nivel de vida y la carencia de un sistema de garantías sociales que proteja a los más desfavorecidos. Hemos podido constatar que cientos de personas viven explotadas o sin acceso a una vida laboral digna y no ganan lo suficiente como para poder asistir sus necesidades más básicas ni la de sus familias, entre ellas claro está, la de tener acceso a una correcta alimentación basada en comida de calidad que aporte los nutrientes necesarios a un precio muy asequible para todos.

Liberando a estas personas de la carga de no poder alimentar apropiadamente a sus familias por el elevado coste de los alimentos, agua y gas para cocinar, en relación a los míseros sueldos, las familias podrán utilizar estos recursos para invertirlos en educación para sus hijos, sanidad para aquellos con familiares enfermos o poder pagar los elevados alquileres de Kathmandu para no perder sus viviendas.  

Descripción de las principales actividades del proyecto.

· Identificación de los beneficiarios, a través de nuestros datos y registros conseguidos durante más de seis meses en los repartos de comida en la zona. Además, trabajamos conjuntamente con los trabajadores sociales de los barrios de alrededor para que nos ayuden a realizar esta tarea.

· Distribución de cupones a las personas o familias identificadas previamente, que cumplen con los requisitos establecidos para recibir el servicio. El principal criterio para recibir el cupón es la falta de recursos económicos. Se priorizan los estratos sociales más vulnerables como los enfermos, personas con discapacidad física o psíquica, menores de edad, mujeres viudas o que estén solas (con o sin hijos a su cargo), como jornaleros y trabajadores con salarios muy precarios (especialmente porteadores y vendedores ambulantes).

· Cocina y servicio de dos comidas saludables y completas al día (comida y cena) de “dal bhat” , el plato tradicional de Nepal.

· Seguimiento de la situación personal de los beneficiarios del proyecto.

· Seguir aumentando el número de beneficiarios cuando consigamos cumplir con el actual límite máximo de 9.000 raciones mensuales (300 por día).

· Captación de fondos y donaciones económicas o en especias.