Reconstrucción de la escuela pública de Gahare, situada en el distrito de Nuwakot. En el mes de junio ya construimos la escuela provisional, una estructura de bambú y dos lonas gigantes proporcionadas por la organización Tents to Nepal, para que los niños no perdieran clase durante el monzón.
Por desgracia la escuela provisional no era suficiente para soportar las bajas temperaturas que se sufren en la zona durante el invierno. Por ello y sobre todo por la necesidad, el cariño, y la amabilidad de sus gentes, todos ellos de la etnia Tamang, decidimos iniciar en el mes de octubre el Proyecto de Cooperación Internacional para la reconstrucción de esta pequeña escuela, localizada en una zona remota que queda aislada por carretera durante cinco meses al año debido a la región montañosa y de difícil acceso en la que se encuentra.
Se trata de la construcción de dos módulos que integran dos aulas cada uno, respetando por encima de todo, las normas de garantía antisísmica. Durante los últimos meses de 2015 se hizo el estudio de viabilidad, así como se diseñaron y programaron los dos módulos y los trabajos a realizar. Las primeras obras comenzaron a principios de 2016 con movimientos de tierra y adecuación del terreno. Durante los meses de marzo y abril se construyeron los muros de contención de los taludes y se preparó el terreno para el levantamiento de los edificios. En los meses siguientes, se trabajó en una cimentación sólida y resistente a sismos, así como se levantaron las dos estructuras que definen el esqueleto de los edificios. Antes de la temporada de lluvias, conseguimos poner las cubiertas. Con el monzón ya iniciado, y siendo incapaces de poder seguir trabajando con tales condiciones climáticas, y sumándole la desaparición de las carreteras, decidimos para la construcción hasta que las tormentas remitieran.
En el mes de septiembre de 2016 hemos vuelto a Gahare, donde hemos sido nuevamente bienvenidos y acogidos entre su maravillosa gente, para acabar la construcción de este centro escolar. Lo primero de todo ha sido reparar todos los desperfectos que ha dejado el monzón tras su violento paso por estas latitudes. Ya solo nos queda continuar con nuestra labor para que los niños y niñas de esta preciosa aldea puedan retomar sus clases con normalidad en un centro seguro y de calidad.
