1- Reconstrucción viviendas Thulo Syabru
A finales de 2015 iniciamos un proyecto de reconstrucción semipermanente de nueve viviendas a las familias más necesitadas del pueblo de Thulo Shyabru, ubicado a las puertas del devastado valle de Lantang. Se trataba de una actuación prioritaria, ya que el pueblo se encuentra a 2200 metros sobre el nivel del mar, y los inviernos allí son muy duros, especialmente para aquellos ancianos o viudas sin recursos que habían perdido sus casas con el terremoto y todavía, a pesar de las bajas temperaturas continuaban viviendo bajo plásticos, que no solo no aísla en absoluto, sino que tampoco les permitía encender fuego para cocinar, ni para calentarse dentro de la cabaña.
En 2017 hemos ido a visitar a esas personas beneficiadas, y allí seguían, habiendo convertido la vivienda semipermanente (con expectativas de durar unos 5 años) en un hogar, cálido, humilde pero digno. Estas familias están muy agradecidas por el alivio de saber que tienen un techo seguro donde refugiarse y pasar los meses de crudo invierno y la temporada de lluvias monzónicas.
2- Chuchhepati
Durante este año, nos comprometimos a consolidar y mejorar todos los aspectos relacionados con el proyecto “Chuchhepati Temporary School”. Situado en el campo de desplazados internos víctimas del terremoto en Chuchhepati Camp donde habitualmente residen aproximadamente unas 2000 personas en condiciones insalubres e inhumanas, lo cual les convierte en un colectivo en riesgo de exclusión y que además vive bajo el umbral de la pobreza.
El proyecto “CTS” consta de dos programas, uno por la mañana llamado “Women Educational Program” donde las dos profesoras Nepalesas de Hugging Nepal y los voluntarios enseñan a un grupo de unas 25 mujeres, a leer, escribir, clases de inglés y lecciones de cultura general. Por la tarde es el turno de los más pequeños en el “After School Children Program”, otras dos profesoras de nuestra organización juntamente con otros voluntarios se encargan de llevar a cabo este programa para niños y niñas residentes en el campo. El objetivo es, por una parte mejorar el rendimiento escolar de estos niños, a través de refuerzo en las tareas, ayudarles a hacer los deberes, combatir el absentismo y el fracaso escolar. Además, se trabaja en el aprendizaje de valores a través de la educación no formal. También, con regularidad se organizan actividades lúdicas o culturales como juegos, dinámicas de grupo o salidas a lugares de interés.
3- Shree Saraswoti Primary School
Kakre, Kavre.
Tras 16 meses de duro trabajo en el pueblo de Kakre, a principios de enero de 2107 terminamos e inauguramos nuestra primera escuela antisísmica, la cual fue reconstruida junto a nuestros amigos de la organización Dont Forget Nepal y la dirección técnica de Recoop Nepal. Constó de la construcción de cinco aulas en dos edificios, la rehabilitación de un tercer edificio que sirve de almacén y espacio cubierto, dos lavabos, un complejo y efectivo sistema de almacenamiento y recogida de aguas (5000 litros), puesto que el pueblo tiene escasez con regularidad, otro sistema de conducción y drenaje de agua de lluvia para proteger los frágiles terrenos montañosos dispuestos en terrazas, con taludes afectados por los seísmos.
Durante el año 2106 se hicieron la gran mayor parte de los trabajos, como la construcción de dos edificios, lavabos y la rehabilitación de un tercer edificio. En este proyecto trabajaron más de 80 voluntarios, que junto con el equipo de trabajadores locales, crearon un buen ritmo de trabajo y convivencia que facilitó mucho la consecución de nuestro objetivo.
4- Shree Bhumedevi
A finales del año 2015, iniciamos también otro proyecto de reconstrucción de una escuela de primaria antisísmica destruida por el terremoto en una zona rural de difícil acceso, en el pueblo de Gahare, el cual quedó seriamente afectado por los fuertes seísmos. Los dos edificios que componían el centro escolar se derrumbaron por completo, así como la terraza en los que estos se asentaban, por ello, la necesidad de reconstruir este colegio no incluido en la lista del gobierno de escuelas prioritarias para su reconstrucción, era una cuestión importante para nosotros, de
otra forma, los 55 niños y niñas de entre 4 y 9 años de esta localidad remota tendrían que caminar una hora por un camino de montaña hasta encontrar la escuela más cercana, ya de por si saturada de estudiantes.
Durante todo este año, los trabajos en la construcción de este colegio han sido intensos y no exentos de dificultades, especialmente atendiendo a la remota ubicación del pueblo, con comunicaciones terribles y aislada de la carretera durante seis meses al año.
De enero a mayo estuvimos haciendo movimientos de tierras, para preparar el terreno donde los dos edificios iban a asentarse, así como cavar y hacer la cimentación de los mismos. También se fijó la estructura de acero y se puso la cubierta, de cuatro aulas y dos lavabos.
A mediados de mayo, hasta finales de octubre, tuvimos que parar forzosamente, ya que como antes explicábamos, el pueblo se aísla debido a las lluvias monzónicas. Se hace imposible trabajar ni llevar ningún tipo de materia para la construcción. Tras acabar el monzón, a finales de octubre, reanudamos las tareas constructivas. El primer paso fue arreglar todo aquello que había sido destrozado por la insistente cantidad de agua que trae esta temporada. Así mismo. Construimos un gran muro de contención que asegura y fija los terrenos en caso de posible terremoto, así como contiene las terrazas intactas durante el monzón, impidiendo que el agua arrastre y se lleve la tierra. Se trabajó duramente durante casi tres meses para la construcción de este gran muro y su cimentación, necesitando varios centenares de metros cúbicos de piedra, cemento y arena.
Hasta finales de año, se trabajó también en la construcción de los cerramientos de los edificios y un sistema de drenaje y canalización de aguas de lluvia, para impedir que la ingente cantidad de agua estropee y dañe tanto los edificios como el terreno donde estos se asientan.
Durante 2017, acabaremos los detalles, carpintería, fontanería, electricidad, vallado, pintura y demás particularidades para dejar el colegio listo para el nuevo año escolar.
Cabe mencionar, que la dificultad y el largo período de trabajos en los proyectos que acometemos se debe principalmente a que todo el trabajo se hace a mano, ya que no disponemos de ningún medio tecnológico. Desde la elaboración de hormigón, al transporte de piedras, sacos de cemento o arena, se hace con el sudor y la fuerza manual. Para ello contamos con los trabajadores del pueblo, los cualificados se dedican a las tareas más precisas y los no cualificados hacen labores brutas de carga y descarga.
5- Proyecto cocinas Uleri
En el mes de diciembre, participamos junto con otros financiadores en un proyecto para instalar cocinas de hierro en viviendas de personas en situación de extrema vulnerabilidad. El proyecto se llevó a cabo en el pueblo de Uleri, situado en una zona rural en el distrito de Kavre. En la actualidad, en la gran mayoría de hogares de las zonas no urbanas de este país, aun se utiliza combustible orgánico, es decir, todavía se cocina con leña. Esto, sumado a que las viviendas de esta gente son de una sola estancia muy pequeña y no suelen tener ningún sistema de ventilación ni salida de humos, provoca que las mujeres, tradicionalmente las que cocinan para toda la familia, sufran de conjuntivitis crónica, y dificultades respiratorias.
Por ello, el proyecto de cocinas de hierro tiene varios propósitos, por un lado, se instalan también tubos metálicos que funcionan a modo de chimenea y por otro, estos tubos, no solo conducen el molesto humo fuera de la vivienda, sino que en su recorrido hasta el punto de escape, permite que también se caliente la estancia, funcionando así mismo como un calefactor. El hierro de la cocina y del tubo acumula el calor y lo distribuye al resto de la habitación, haciendo así las viviendas rurales más confortables y habitables en los meses de invierno
6- Construcción Pozo
En el pueblo de Joodigaun, también en el distrito de Kavre, en el mes de Noviembre cofinanciamos la construcción de un pozo de agua y la compra de una bomba hidráulica que extrae y distribuye el agua hasta la superficie. Es muy común, que tras el terremoto, muchos acuíferos se secaran, dejando a los pueblos y aldeas sin recursos de agua. Así mismo, los seísmos removieron una gran parte del territorio y han cambiado el curso de muchos ríos, e incluso allí donde había un arroyo ya no lo hay, y donde no lo había, ha aparecido de la nada.
Por ello, entendemos que la mayor necesidad a satisfacer en todos los casos es el agua corriente y potable, ya que sacia la sed de las personas, contribuye a la higiene y a evitar enfermedades, da vida a los campos y cultivos y permite también que el ganado pueda vivir. Elementos básicos en la economía de subsistencia de estas personas. El agua es vital, pero no siempre está al alcance de todo el mundo.
7- Distribución de ropa
Durante los meses invernales el frío se vuelve difícil de soportar en las montañas, por ello también hemos recopilado ropa de abrigo donada y las hemos distribuido allí donde había necesidad. (Solo el coste del transporte, toda la ropa fue donada).
8- Distribución de medicamentos
Hemos hecho acopio de medicamentos y material médico y distribuido posteriormente en aquellos lugares donde hay escasez, como los “Health Post” situados en las zonas rurales, donde casi siempre suelen tener carencia en la diversidad de medicamentos debido a la falta de medios en estos centros de salud. (Solo el coste del transporte, los medicamentos fueron donados).
9- Ayudas puntuales
Durante el transcurso de este año también hemos proporcionado ciertas ayudas puntuales a personas que se encontraban en situación de emergencia o necesidad, como la compra de ropa, utensilios para cocinar, comida (como arroz, lentejas o aceite) y contribuido en los gastos médicos de una mujer enferma y víctima del terremoto que no podía acceder al sistema sanitario por falta de medios económicos.